septiembre 14, 2025

La Voz del Grito

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No habrá país posible con proscripciones- Por Ezequiel Arauz, concejal Frente de Todos

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Ayer el periodista de La Nación Mas Carlos Pagni (periodista y canal que no necesitan ser caracterizados en detalle para eludir cualquier sospecha del mas mínimo kirchnerismo) informo que los tres abogados involucrados en la defensa de los jóvenes fascistas que intentaron asesinar a la vicepresidente y dos veces presidenta electa por voto popular, Cristina Fernández de Kirchner – denominados benéficamente como “banda de los copitos” –integran o son asesores del PRO. 

Con una llamativa tendencia a trabajar en ámbitos y temas relacionados con la seguridad, más precisamente la inteligencia.   Es un dato. Otro que la presidenta de ese partido Patricia Bullrich todavía no repudió el hecho.

Son evidentes y llamativas las coincidencias discursivas entre la exministra de Seguridad y lo que esos jóvenes escribían en los chats mientras se daban ánimo para pasar a los hechos contra Cristina y contra Máximo y otras figuras del gobierno.

 Unos días después de sufrir lo que todos vimos en vivo, el intento innegable de asesinarla y, contra lo que todo el sistema político podía presagiar, la propia Cristina salió a convocar al dialogo. A reanudar ciertos consensos relacionados con el funcionamiento básico de la democracia. 

Evidentemente se trató de una oferta inaceptable para una buena porción de la oposición: en una misa no, fue una de las respuestas, porque no es el lugar institucional. Y tal vez pueda ser un buen argumento. Pero tampoco ocurrió en el congreso con la soez idea de que sería “politizarlo”.

 Las condiciones para el dialogo no aparecen cuando no hay voluntad para concretarlo.  Esa voluntad se lleva mal con la necesidad manifiesta de agudizar la crisis.   

  En ese sentido, también ayer y en el mismo medio (¿su medio?) inequívocamente macrista, el expresidente asistido por Luis Majul asintió que, de volver al poder, habría que “bancar muertos” en las calles.

No hubo resugerencia al respecto.  Las pedradas al despacho de Cristina. Las amenazas y agresiones de la policía de la Ciudad al mando de Horacio Rodríguez Larreta al diputado Máximo Kirchner entre otros episodios recientes y por nombrar solo algunos, (todos ellos manifestaciones de violencia directas a hacia personas mucho más que protestas en los términos habituales), no están desligados del deseo manifiesto del partido judicial – cabeza de un poder judicial absolutamente ilegitimo y de baja intensidad democrática – de proscribir a Cristina, correrla de la política malamente y con ella a la posibilidad de representación política de los sectores populares en la Argentina.

 El proyecto de construir un país sin el peronismo antes o sin el kirchnerismo ahora, es vieja y no construyó entre nosotros más que una verdadera tragedia. Es indudable que en estas horas hay quienes la ven como una opción.

  El país democrático necesita volver al debate y la puja en ciertos marcos que dejen al odio y la muerte afuera. Necesita voces que se manifiesten con claridad en contra de esta ofensiva que, creíamos, había encontrado un límite la noche del primer día de septiembre en la esquina de Juncal y Uruguay, pero que con el pasar de los días y las nuevas manifestaciones de odio en escalas menores, advertimos, todavía se muestra peligrosamente intacta.