“Cuando asaltamos el cuartel [Moncada], ya eramos dos, yo existía y Chávez estaba en el código genético de sus padres, es decir que preexistía”Comandante Fidel Castro Ruz.Como salía el sol en aquellos primeros años del siglo XXI sobre América Latina. Un decenio casi cumplido, donde pudimos asistir a un escenario de unidad de los pueblos latinoamericanos, como en los mejores momentos de nuestras historias.
Luego de largos años, en general, de dictaduras militares, que a fuerza de imponer el terror, abrieron las puertas de Nuestramérica a un período de crudo neo-liberalismo, que avanzó sin parar, hasta que nuestros pueblos comenzamos a organizarnos y luchar para frenar aquellos planes económicos, solo beneficiosos para los organismos internacionales de crédito, y para sus socios locales.
La presencia del comandante Hugo Chávez, rebelde, antimperialista, referente de masas, morocho, insurgente, presidente del país con más petróleo de sudamérica, se suma a la histórica figura de Fidel Castro. Éste a su vez en su momento más reflexivo, experto, estadista, humano, economista, político y sobre todo revolucionario.
En nuestro país, el saqueo al que nos sometió la dictadura primero y el menemismo de los ‘90 después, lo terminó la Alianza en diciembre del 2001 con el presidente De la Rúa huyendo en helicóptero. Ese período fenomenal de saqueo a las riquezas de nuestro país, lo finalizó escapándose del gobierno y de la bronca del pueblo que se levantaba cada vez más, no sin antes dejar más de treinta muertes en el país.Sin embargo, esa misma bronca venía precedida por un proceso de lucha del pueblo que derivaba de resistir luchando en las calles contra el neoliberalismo de los noventa, sobre todo desde la segunda mitad de esa década.
Luchas populares, que en la inmensa mayoría de los casos se referenciaban en Fidel y en Chávez, obedecían a un impulso doble de sentimiento popular. Por un lado se encontraban los intereses propios del pueblo argentino por pelear por mejores condiciones, y la otra que se daba en paralelo es que todo el tiempo se intentaba caminar en una común unión con el resto de los pueblos latinoamericanos.
Podemos decir que la fuerza de la unidad y lucha de los pueblos contra el neoliberalismo, empujó a los gobiernos de la primera década del siglo, a emprender una agenda política en sentido del avance popular de lxs trabajadores y los pueblos de nuestramérica. Esta unidad, entonces no solo era de los pueblos sino también de los sectores organizadxs de nuestros pueblos. Es así entonces que a estos dos gigantes se sumaron, Néstor Kirchner por nuestro país, Lula por Brasil, Pepe Mujica por Uruguay, Fernando Lugo por Paraguay, Evo Morales por Bolivia y Rafael Correa de Ecuador.
La realidad es que ese ciclo duró poco tiempo. Imposible realizar las verdaderas transformaciones necesarias para el pueblo en solo diez años. Pero no solo eso, sino que no haber mantenido los procesos de lucha que originaron que hayan podido existir los denominados gobiernos progresistas de América Latina, fue un error.
Los fallecimientos de Fidel, Chávez y Kirchner, fueron toda una señal de una dura contraofensiva del neoliberalismo.
Es por eso que debemos ser como Chávez y Fidel. Ante el avance otra vez del FMI y el surgimiento de expresiones ultras de la derecha neoliberal, conservadora y facista, es imprescindible buscar la mayor unidad con todos los sectores del pueblo para luchar, resistir y avanzar. Este es el momento más preciso para hacerlo. Nuevamente el imperialismo neoliberal viene a instalarse cada vez con mayor fuerza en nuestramérica.
Las sucesivas derrotas de los Estados Unidos en sus aventuras militares (derrota en Afganistán, Siria e Irak y la pérdida del bloque de medio oriente, encabezado por Arabia Saudita que prefirió cambiar de aliados y mirar más hacia Rusia y China, y la perspectiva de que reactiven los Brics, no es el escenario preferido por los yankis), como ya ha pasado cuando la derrota en la guerra de Vietnam, Los norteamericanos retroceden y lo hacen sobre América Latina, considerado por ellos su patio trasero.
Es decir que la unidad hoy ya no solo es una palabra, sino que es un valor que el pueblo debemos atesorar como un ejemplo de esos dos gigantes latinoamericanos que hasta el día de hoy pueden estar marcando el camino con sus propias luces que iluminan a través del impresionante legado que nos han dejado como herencia. Hoy más que nunca seamos como Chávez y Fidel…!!!
* Referente nacinal del FPDS
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